Dejar
de mencionar la calidad humana, moral y patriótica, de este indiscutible
tacneño, sería menoscabar su prestigio y nombre. Como muchos peruanos,
dejaron de lado a su esposa e hijos, y padres cuando la nación, su pueblo, más
los necesitaba, otros oficiales estaban impregnados en sus cargos por
influencia de quienes ostentaban el poder del estado, a ellos pizca les
importaban los resultados de las campañas que el Perú libraba en contra el
invasor, sobre todo, en el sur.
Nació
en Ilabaya en 1831 hijo de don Pablo Alcázar natural de Tacna y de doña Narcisa
Valdivia
natural del valle de Ilabaya. Realizó sus primeros estudios en la ciudad de Tacna. Posteriormente, desde joven, prosiguió la carrera militar en Lima graduándose luego de algunos años como Sub-Teniente. Posteriormente, con el grado de capitán, en el año de 1865 se retiró para protestar contra el tratado Vivanco-Pareja, el mismo que era lesivo para los intereses del Perú.
natural del valle de Ilabaya. Realizó sus primeros estudios en la ciudad de Tacna. Posteriormente, desde joven, prosiguió la carrera militar en Lima graduándose luego de algunos años como Sub-Teniente. Posteriormente, con el grado de capitán, en el año de 1865 se retiró para protestar contra el tratado Vivanco-Pareja, el mismo que era lesivo para los intereses del Perú.
A
raíz de este hecho se dirige hacia Arequipa para unirse a las fuerzas que preparaba el Coronel Mariano Ignacio
Prado. En la sublevación de 1867 participó en la toma de la ciudad de Lima
combatiendo al General Pedro Diez Canseco, en Arequipa, a quien venció y
asistió en la rendición de esta ciudad.
Alrededor
de 1869 se retira a su ciudad natal para dedicarse, a tareas agropecuarias y
comerciales. Después de un quinquenio, apartado de la vida militar, se casó con
doña María Santos Litardo con quien tuvo tres hijos, entre ellos; Daniel
Alejandro (1873), Toribio (1875), y Juan de la Cruz (1879).
El
5 de abril de 1879, Chile le declara la guerra al Perú, y desde su tierra
natal, este militar retirado, deja a su esposa y a sus menores hijos, y se alistó para brindar sus servicios a la
patria, participando en la campaña de Tarapacá.
Luego
de la retirada hacia Arica y Tacna, nuevamente formó a un contingente de
milicias denominado “Columna
Agricultores de Para”. Este valiente Teniente Coronel murió
defendiendo a su patria el 26 de mayo
de 1880, cayendo junto a su brava columna.
La
participación de este valiente ilabayeño quedo patentizada en sendos documentos
escritos por personajes importantes de la época; El primero, firmado por el
prefecto Pedro Alejandrino del Solar que a continuación describe en un parte
oficial:
“COMANDANTE
GENERAL DE LAS FUERZAS ARMADAS DE TACNA”
28
de Mayo de 1880.
“...Colocada
en la reserva movilizable ésta división, formada por jóvenes tacneños y
agricultores, cerca de 1000 plazas, estrechado el combate, se sostuvo con toda
energía y firmeza pues luchábamos con fuerzas superiores.
El
comandante Napoleón Vidal cae gravemente herido, así como el capitán Rosendo
Barrios, el capitán Samuel Alcázar que
comandaba la Columna de los campesinos de Tacna cae muerto al frente de su
columna, el coronel Rosas y el mayor Federico Mazuelos dan prueba de gran valor
y serenidad.
El
pueblo de Tacna, representado en la batalla por su juventud de todas las clases
sociales, ha dado pruebas de patriotismo y que sobres sus vidas está el honor
del país, sacrificándose por la patria”
El
segundo documento está firmado por el mismísimo Montero, desde Tarata, en el
cual hace una descripción de la terrible batalla, de la supremacía numérica del
enemigo y por último, elogia la valentía de altos mandos caídos, entre ellos al
Teniente coronel Samuel Alcázar y su columna,…la columna de Para.
“PARTE
QUE EL CONTRAALMIRANTE MONTERO DIRIGE AL SECRETARIO DE GUERRA SOBRE LA BATALLA
DE TACNA”
Tarata,
29 de Mayo de 1880
Señor
secretario de guerra:
“...El
desgraciado resultado del combate del 26 no se debe a la mala calidad de
nuestras tropas sino al excesivo número de los enemigos. Tan cierto es que el
ejército peruano ha luchado con bizarría que de los doce batallones que tenía
bajo mis órdenes han muerto 6 primeros jefes y un comandante general cuyos
nombres guardara con orgullo la historia. El coronel d. Jacinto Mendoza que
comandaba la cuarta división, los coroneles Barriga Fajardo, Luna; Los tenientes coroneles Maclean, Llosa y el
comandante d. Samuel Alcázar, que mandaban respectivamente los batallones
Huascar, Cazadores del Rimac, Cazadores del Misti, Arica, Zepita y la Columna
de Para, han luchado con heroísmo superior a todo encomio...
L.
MONTERO
En
uno de los legajos existentes en el Archivo Regional de Tacna se ha encontrado
un documento de contrato de arrendamiento, en el cual, ante el escribano
correspondiente se consigna su
ocupación de militar, en este valiosísimo documento se puede leer lo
siguiente: “En Tacna, a mayo diez de
1871,
ante mí, el Escribano Público de Hacienda y testigos que suscriben por una
parte don Samuel Alcázar de profesión militar, y don Francisco Soto, ambos de
esta vecindad, casados mayores de 35 años(…).
Luego
de casi un mes de haber permanecido sus restos en el campo de batalla, el
veintiséis de junio de 1880 recién es enterrado su cuerpo, Dice la margen de su
partida de defunción: Samuel Alcázar, Muerto en Combate el 26 de mayo de
1880...
Luego
de casi un mes de haber permanecido sus restos en el campo de batalla, el
veintiséis de junio de 1880 recién es enterrado su cuerpo, Dice la margen de su
partida de defunción: Samuel Alcázar, Muerto en Combate el 26 de mayo de
1880...
Samuel
Alcázar ofrendó su vida al mando de la Columna de Agricultores de Para, quienes
cayeron heroicamente, y hoy son los héroes olvidados o desconocidos que Tacna
tiene la obligación de recordar y emular.
El
22 de septiembre de 1903, se registra la expedición de la cédula de montepío a
la Sra. María Santos Litardo, viuda del sargento mayor Samuel Alcázar, muerto
en el Campo de la Alianza. Este documento es valiosísimo debido a que representa un reconocimiento
tácito de que Samuel Alcázar Valdivia fue y es un héroe nacional.
Orgullo tacneño que sera recordado siempre gracias a los hombre sin nombre de la Columna de Para y gracias Samuel Alcázar por luchar por Tacna el Perú hasta la muerte.
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