miércoles, 15 de noviembre de 2017

DON SAMUEL ALCÁZAR VALDIVIA (1831-1880)

Dejar de mencionar la calidad humana, moral y patriótica, de este indiscutible tacneño, sería menoscabar   su   prestigio y nombre. Como muchos peruanos, dejaron de lado a su esposa e hijos, y padres cuando la nación, su pueblo, más los necesitaba, otros oficiales estaban impregnados en sus cargos por influencia de quienes ostentaban el poder del estado, a ellos pizca les importaban los resultados de las campañas que el Perú libraba en contra el invasor, sobre todo, en el sur.

Nació en Ilabaya en 1831 hijo de don Pablo Alcázar natural de Tacna y de doña Narcisa Valdivia
  natural  del  valle  de Ilabaya. Realizó sus primeros estudios en la ciudad de Tacna. Posteriormente, desde joven, prosiguió la carrera militar en Lima graduándose luego   de algunos años como Sub-Teniente. Posteriormente, con el grado de capitán, en el año de 1865 se retiró para protestar contra el tratado Vivanco-Pareja, el mismo que era lesivo para los intereses del Perú.

A raíz de este hecho se dirige hacia Arequipa para unirse a las fuerzas  que preparaba el Coronel Mariano Ignacio Prado. En la sublevación de 1867 participó en la toma de la ciudad de Lima combatiendo al General Pedro Diez Canseco, en Arequipa, a quien venció y asistió en la rendición de esta ciudad.

Alrededor de 1869 se retira a su ciudad natal para dedicarse, a tareas agropecuarias y comerciales. Después de un quinquenio, apartado de la vida militar, se casó con doña María Santos Litardo con quien tuvo tres hijos, entre ellos; Daniel Alejandro (1873), Toribio (1875), y Juan de la Cruz (1879).

El 5 de abril de 1879, Chile le declara la guerra al Perú, y desde su tierra natal, este militar retirado, deja a su esposa y a sus menores hijos,  y se alistó para brindar sus servicios a la patria, participando en la campaña de Tarapacá.

Luego de la retirada hacia Arica y Tacna, nuevamente formó a un contingente de milicias denominado “Columna   Agricultores de Para”. Este valiente Teniente Coronel murió defendiendo   a su patria el 26 de mayo de 1880, cayendo junto a su brava columna.

La participación de este valiente ilabayeño quedo patentizada en sendos documentos escritos por personajes importantes de la época; El primero, firmado por el prefecto Pedro Alejandrino del Solar que a continuación describe en un parte oficial:

“COMANDANTE GENERAL DE LAS FUERZAS ARMADAS DE TACNA”
28 de Mayo de 1880.
“...Colocada en la reserva movilizable ésta división, formada por jóvenes tacneños y agricultores, cerca de 1000 plazas, estrechado el combate, se sostuvo con toda energía y firmeza pues luchábamos con fuerzas superiores.

El comandante Napoleón Vidal cae gravemente herido, así como el capitán Rosendo Barrios, el capitán Samuel Alcázar que comandaba la Columna de los campesinos de Tacna cae muerto al frente de su columna, el coronel Rosas y el mayor Federico Mazuelos dan prueba de gran valor y serenidad.

El pueblo de Tacna, representado en la batalla por su juventud de todas las clases sociales, ha dado pruebas de patriotismo y que sobres sus vidas está el honor del país, sacrificándose por la patria”

El segundo documento está firmado por el mismísimo Montero, desde Tarata, en el cual hace una descripción de la terrible batalla, de la supremacía numérica del enemigo y por último, elogia la valentía de altos mandos caídos, entre ellos al Teniente coronel Samuel Alcázar y su columna,…la columna de Para.

“PARTE QUE EL CONTRAALMIRANTE MONTERO DIRIGE AL SECRETARIO DE GUERRA SOBRE LA BATALLA DE TACNA”
Tarata, 29 de Mayo de 1880
Señor secretario de guerra:
“...El desgraciado resultado del combate del 26 no se debe a la mala calidad de nuestras tropas sino al excesivo número de los enemigos. Tan cierto es que el ejército peruano ha luchado con bizarría que de los doce batallones que tenía bajo mis órdenes han muerto 6 primeros jefes y un comandante general cuyos nombres guardara con orgullo la historia. El coronel d. Jacinto Mendoza que comandaba la cuarta división, los coroneles Barriga Fajardo, Luna; Los  tenientes coroneles Maclean, Llosa y el comandante d. Samuel Alcázar, que mandaban respectivamente los batallones Huascar, Cazadores del Rimac, Cazadores del Misti, Arica, Zepita y la Columna de Para, han luchado con heroísmo superior a todo encomio...

L. MONTERO

En uno de los legajos existentes en el Archivo Regional de Tacna se ha encontrado un documento de contrato de arrendamiento, en el cual, ante el escribano correspondiente se consigna su    ocupación de militar, en este valiosísimo documento se puede leer lo siguiente: “En Tacna, a mayo diez de
1871, ante mí, el Escribano Público de Hacienda y testigos que suscriben por una parte don Samuel Alcázar de profesión militar, y don Francisco Soto, ambos de esta vecindad, casados mayores de 35 años(…).

Luego de casi un mes de haber permanecido sus restos en el campo de batalla, el veintiséis de junio de 1880 recién es enterrado su cuerpo, Dice la margen de su partida de defunción: Samuel Alcázar, Muerto en Combate el 26 de mayo de
1880...

Luego de casi un mes de haber permanecido sus restos en el campo de batalla, el veintiséis de junio de 1880 recién es enterrado su cuerpo, Dice la margen de su partida de defunción: Samuel Alcázar, Muerto en Combate el 26 de mayo de
1880...

Es importantísimo hacer conocer que el seis de julio de 1890, a las cuatro y treinta de la tarde, 33 ataúdes fueron trasladados a la iglesia San Ramón, entre estos restos, se encontraba el ataúd del teniente coronel Samuel Alcázar Valdivia, cuenta la historia que antes de salir del panteón, los párrocos Federico Otamendi y Marcelino Albarracín, pronunciaron inspiradas piezas oratorias. El cortejo fue apoteósico ya que la totalidad del pueblo de Tacna acompañó con enfervorizado sentimiento patriótico, los féretros fueron trasladados en hombros de la Sociedad de Artesanos. En la iglesia, permanecieron por un lapso de dos días, ya que el ocho de julio de 1890 fueron llevados al puerto de Arica y de ahí a Lima a la Cripta de los Héroes.

Samuel Alcázar ofrendó su vida al mando de la Columna de Agricultores de Para, quienes cayeron heroicamente, y hoy son los héroes olvidados o desconocidos que Tacna tiene la obligación de recordar y emular.

El 22 de septiembre de 1903, se registra la expedición de la cédula de montepío a la Sra. María Santos Litardo, viuda del sargento mayor Samuel Alcázar, muerto en el Campo de la Alianza. Este documento es valiosísimo  debido a que representa un reconocimiento tácito de que Samuel Alcázar Valdivia fue y es un héroe nacional.


1 comentario:

  1. Orgullo tacneño que sera recordado siempre gracias a los hombre sin nombre de la Columna de Para y gracias Samuel Alcázar por luchar por Tacna el Perú hasta la muerte.

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