En
1880, nuestros hermanos, padres, abuelos, etc. ofrendaron sus vidas en defensa
de esta tierra llamada Tacna, estamos seguros que lo hicieron con sentimientos
encontrados, de saber que la patria los llama y de saber que irían a una muerte
segura, de tener que despedirse de sus esposas, de sus hijos, ese solo hecho es
heroísmo. Ellos encontraron consuelo en su valor y el coraje de sus propias
familias ya que sabían que eran pocos, y que los pertrechos eran escasos, pero
ante la fuerza bruta del invasor a ellos les sobraba valentía, eso es una
lección, una enseñanza que nos dejaron y la escribieron con sangre para que no
los olvidemos.
Así
como en el siglo XIX, específicamente en 1880, don Pedro Alejandrino Del Solar
convocó, así como don Samuel Alcázar formó y dirigió a valientes agricultores
que no tenían instrucción militar, nosotros
desde el 2008, en el inicio del siglo XXI, tratamos de emular este hecho
convocando a los jóvenes, para que ellos en un futuro construyan una patria más
libre sin mezquindades, sin traiciones asumiendo el reto y el desafío de
enfrentar los problemas con las herramientas que tenemos y que no digan “les
faltó para justificar cualquier derrota.
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